Einer Tocto es el fraile peruano que viste al Papa Benedicto

Sin lugar a dudas el ímpetu de los peruanos atraviesa las fronteras. Desde innumerables profesionales que destacan en los más importantes organismos mundiales, hasta el astronauta peruano Carlos Noriega que representó nuestra bandera en el espacio exterior. Hoy, esta carrera de peruanos sobresalientes llega al Vaticano, donde un humilde fraile peruano llamado Einer Tocto, cambió el cultivo de café de su chacra en Cajamarca, para vestir hábito y servir al Santo Padre. Einer viajó a la ciudad de la Santa Sede, y hoy es el hombre que viste al Papa Benedicto XVI. Además fue el pionero que permitió que por primera vez, las cámaras de televisión de Perú, ingresaran a la Capilla Sixtina, la Basílica de San Pedro, los pasillos de la residencia papal y otros lugares muy secretos del Vaticano.

La historia de Einer Tocto, nacido en Yunchaco, un caserío de la provincia de Cutervo, en Cajamarca, comenzó hace 21 años cuando un sacerdote agustino que vacacionaba en esa provincia lo invitó a unirse a la orden. Ya en el seminario de San Agustín en Lima, el norteamericano y prior general de la orden Agustina, Robert Prevost, le propuso viajar a Italia al ver la impresionante vocación de servicio que tenía. Cerca de 4 meses después de su llegada a ese país, fue trasladado al Vaticano para ser uno de los 4 frailes que trabajen en la sacristía de la Santa Sede.

Gracias a Einer las cámaras del programa Panorama, de Panamericana Televisión, pudieron entrar a la Capilla Sixtina, lugar donde se elige al Sumo Pontífice, además de la Sala del Llanto donde el papa entra, una vez elegido, a reflexionar sobre su nueva responsabilidad como representante de Jesús en la Tierra; también se visitó la sacristía donde se encuentran todos los trajes y accesorios que en vida uso el papa Juan Pablo II y que actualmente usa Benedicto XVI.

El Vaticano

La ciudad del Vaticano, un estado con una extensión de 44 hectáreas, fue creada en 1929, con total autonomía de la península latina y con una población de mil habitantes.

El recorrido que hace cualquier turista que llega a esta parte del Vaticano, lo lleva a la entrada de la Basílica, donde una colorida presencia de la legendaria guardia suiza, de 110 soldados custodia al Papa, y lo hacen desde el pontificado de Julio II, en 1506, según Julio Macera, agregado cultural de la embajada de Perú en el Vaticano.

Imponentes estatuas de San Pedro y San Pablo dan la bienvenida y más adelante se encuentra la puerta del jubileo que se abre cada 25 años, iniciándose así el año santo.

Una vez dentro de la basílica, se encuentra la famosa Piedad de Miguel Ángel, una majestuosa escultura de mármol del siglo XV que se puede observar a través de un vidrio.

Más adelante una estatua de bronce de San pedro que con tan solo tocar sus pies, el deseo se cumple. Y según estudiosos, entre tantas esculturas que rodea el perímetro de la plaza existe una que representa a Santa Rosa de Lima.