Japón invirtió en sistemas de alerta que salvaron vidas

Japón es un claro ejemplo de preparación frente a eventos como un terremoto que vivieron el viernes pasado. El gobierno invirtió en sistema de alerta, infraestructuras antisísmicas y en la educación de los ciudadanos.

Debido a que este país es una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta, concentrando el 20% de los terremotos con magnitud 6 o mayor, su buena preparación le ha servido para reducir la cifra de muertos y los daños materiales del sismo de este viernes.

Los códigos urbanísticos son de los más estrictos del mundo, muchas ciudades cuentan con altavoces para alertar de la inminente llegada de un tsunami y los japoneses aprenden desde la escuela cómo deben reaccionar ante un terremoto.

Al momento de producirse un terremoto, la televisión pública NHK difunde detalles sobre su magnitud y el lugar del epicentro. Rápidamente se da a conocer si existe una alerta de tsunami y las área que serán afectadas.

Cabe señalar que el Sistema de Alarma de Tsunamis fue creado en 1952 y es uno de los más sofisticados. Emite una señal de advertencia de tsunami en menos de tres minutos desde que se produce el terremoto.

Y un sistema de altavoces informa a los vecinos del peligro en la mayoría de ciudades. En tanto, en las zonas rurales los residentes poseen radios distribuidas por los ayuntamientos, mediante el cual se les da las instrucciones de evacuación.

Refugios en zonas elevadas cuentan ciudades y pueblos costeros y se ha construido barreras de contención de olas.
Paralelo a ello, en las escuelas, los niños aprenden con simulacros que deben resguardarse debajo de su carpeta en caso de sismo y los adultos conocen cuales son los centros de evacuación más cercano a su vivienda como son instalaciones deportivas y parques.

En cuanto a los edificios, se han diseñado de tal manera que se balancean durante un terremoto y así se evita el riesgo de un derrumbe.

En tanto, el tren bala y las plantas nucleares se detienen instantáneamente cuando se produce el sismo.

Pese a ello, a todas estas salvaguardas, no se ha podido evitar la destrucción causada por el terremoto y esto nos enseña que incluso uno de los países más prósperos del mundo, sigue siendo vulnerable a la fuerza de la naturaleza.

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