Logan Merz y Bill Clement de Peru Nebraska conocieron Lima y Machu Picchu

Hace tres meses que el enorme bus pintado de rojo y blanco con la Marca Perú llegó a Peru Nebraska, un apacible pueblo de apenas 569 habitantes, ubicado en el corazón de los Estados Unidos. Desde entonces, todos los “peruanos” conocieron la comida típica, el pisco sour, la música, los juegos y el deporte de nuestro país.

Mientras que el documental de la Marca Perú nos llenó de orgullo a todos los peruanos, los propios peruanos de Nebraska se quedaron con la intención de devolver la visita y viajar miles de kilómetros, salir de su frío Perú para venir al de nosotros, al verdadero, a la tierra de la mejor cocina, a donde la piedra convertida en maravilla celebra cien años de descubrimiento, tal como lo señala el reportaje de Dia D.

La bienvenida al Perú

Después de casi 8 horas de viaje, desde Nebraska, Kansas, Houston, Lima, Logan Merz y Bill Clement han llegado para conocer el Perú verdadero. Ambos fueron parte del documental y que aceptaron con gusto la invitación de conocer nuestro país a fondo.

Fueron recibidos muy gratamente por el chef Christian Bravo en su restaurante presentándoles los más deliciosos potajes del Perú y haciéndolos sentir muy cómodos y bienvenidos. “Para mi ha sido un honor, un placer estar allá y poder representar a los peruanos y ver con el cariño que nos acogieron, con ese mismo cariño tener la oportunidad de devolverle la recepción acá”, agregó el chef.

¿Quiénes son Bill y Logan?

Bill Clemente es un profesor de inglés del Peru State Colege de 60 años y padre de 2 hijos le parecía increíble estar en el verdadero Perú. “Mi mujer al inicio no me creyó, les dije que tenía una invitación para ir al Cusco, les dije que un canal de TV me está invitando, entonces ella me miró y me dijo, pregúntales si puedes llevar a tu esposa”, contó risueñamente. Como recordaremos, en el documental Bill surfeó la ola con Sofía Mulanovich.

“Todo el mundo me dijo, ¿es verdad que te vas a Perú?, si es real, y todos preguntaron, ¿por qué tú?, agregó Bill.

En tanto, Logan Merz, un joven barman de 24 años, no sólo era la primera vez que venía al Perú, sino también la primera vez que salía de Estados Unidos, no tenía ni pasaporte. En el documental, fue el guitarrista que al final del mismo, entona una melancólica melodía de despedida. “Es alucinante, la catedral es enorme, imagina Peru Nebraska es muy pequeño”, expresó.

Lima, fue la puerta de entrada a un espectacular tour que los dejará sin aliento, como indica el reportaje de Dia D, en el milenario ombligo del mundo.

En Cusco

Bill y Logan comenzaron por Sacsayhuamán, una fortaleza que no era para fines militares, sino un centro ceremonial rodeado de montañas, ambos miraban asombrados la increíble unión que había entre las piedras de descomunal tamaño que siguen en pie a pesar del paso del tiempo. “Lucen como si fuera una sola…tienen que haber necesitado miles de miles de personas trabajando todo el día”, dijo Bill. “Son perfectas, es sorprendente como la pusieron, precisas, parecen hechas con tecnología moderna”, añadió Logan.

Bill Clemente señaló que el origen de Peru Nebraska se debe a esas montañas andinas que sirvieron de inspiración. “es porque alguien vino de Perú y vio las montañas cerca al río, esa es la versión que me gusta”, dijo.

Les fue difícil escoger el plato que desearan comer en el “Chi Cha” restaurante de Gastón Acurio y después de un tiempo, Bill escogió un menestrón y chicha, mientras que Logan escogió anticuchada, al final quedaron muy satisfechos y contentos con lo que habían escogido.

Visita a Machu Picchu

Al día siguiente, ambos errumbaron a Machu Picchu, una de las 7 nuevas maravillas del mundo, que sólo conocían por foto o Internet. El fascinante tren los dejó absortos con sus techos panorámicos que les permitió observar todo el paisaje que veían a su camino como el valle Sagrado de los Incas. “Nunca he visto nada parecido”, señaló Bill. “Estuve especialmente emocionado en la última hora del viaje cuando vi el trópico, es mi primera vez en la selva”, señaló Logan.

A llegar y estar frente a la ciudadela, desde el mirador, tal como se pueden ver en tantos típicos retratos de Machu Picchu, se quedaron muy maravillados. “Lindo palacio de verano” dijo Bill, mientras que Logan añadió “imposible encontrar palabras, hermoso.

Miraron sorprendidos cada una de sus piedras, se llenaron de la energía del Intihuatana, del aire puro que corta el Huayna Picchu, del misterio de un imperio que fue capaz de construir algo así y dejar a los extranjeros maravillados por su belleza.

La despedida

Antes de volver a Cusco, recibieron una clase maestra del pisco sour y ceviche de trucha en el hotel Sumaq de Aguas Calientes. Y en el tren de regreso al Cusco se dio a lugar un desfile de prendas de alpaca donde hubo un improvisado modelo, nada mas ni nada menos que Logan, que sin titubear se lució en la pasarela del tren.

En la ciudad del Cusco participaron de las actividades que vienen ocurriendo en homenaje del centenario de Machu Picchu, los hoteles ya están copados, se calcula que el 50% de las reservas son hechas por americanos.

En 4 días, Bill y Logan recorrieron las maravillas del Cusco, las ruinas de Ollantaytambo y el Valle Sagrado. Ambos aprendieron palabras muy típicas de los peruanos como “hola cuñao, que pasa causa”, entre otros.

“Estoy completamente sobre excitado, es un ataque de sensaciones, a la vista, el olfato, cosas que nunca había tocado. Voy a regresar y compartir todo lo que pueda con la gente del pequeño Perú”, expresó Bill.

“Ha sido sorprendente, en la última semana he hecho de todo lo que nunca pensé hacer en mi vida, Perú es un gran lugar y estoy honrado de ser parte de esta experiencia, indicó Logan.

“Es un sueño, he visto fotos que se hicieron realidad, una extraordinaria experiencia para compartir cuando regrese a casa”, dijo Clemente ante tanta emoción de haber visto con sus propios ojos la ciudadela de Machu Picchu.

“Estamos orgullosos de ser peru, peruanos! Aunque sea de Perú Nebraska, señaló Merz.

Bill y Logan ya están en Peru Nebraska, de regreso a la rutina, pero con el recuerdo del verdadero Perú.