Rey y Aráoz evaluaron la capacidad exportadora de Gamarra

En el marco de las cumbres mundiales a realizarse en nuestro país y la suscripción de los Tratados de Libre Comercio con países desarrollados, el Ministro de la Producción Rafael Rey y la Ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz, visitaron el emporio comercial de Gamarra, el mayor centro de producción textil de Lima. La visita sirvió para que los altos funcionarios puedan evaluar la manera en que trabajan estas pequeñas y medianas empresas textiles y tomar las medidas oportunas para que éstas sean competitivas con el “boom” exportador que acontecerá en el Perú en los próximos meses.

Según el informe, Gamarra actualmente estaría exportando a Venezuela, Ecuador y Chile y serían los principales destinos de sus productos de prendas de vestir. Sin embargo, estos productores no podrían afrontar una inminente demanda de productos de los países suscriptores del TLC, si es que persisten en trabajar de manera individualizada y para ello los ministros asistentes recomiendan que estos empresarios deben adaptarse a los estándares y calidad requeridos por el mercado internacional e incrementen sus volúmenes de producción a través de esquemas asociativos o de subcontratación.

Algo más.

En el sitio Web de la Comisión para la Promoción de la Pequeña y la Micro Empresa (Prompyme) encontramos un perfil de lo que es Gamarra y los factores que hacen complicado que puedan ampliar sus horizontes comerciales en el ámbito global.

El Conglomerado de Gamarra agrupa a un gran número de microempresarios en el Perú dedicados, en su mayoría, a la comercialización y manufactura de prendas de vestir; y representa una de las principales fuentes de trabajo del sector de confecciones en Lima.

A pesar de ello, las MYPE que conforman dicho Conglomerado aún enfrentan una serie de factores que restringen sus posibilidades de generación de riqueza: i) reducidas capacidades operativas, lo que se traduce en una oferta orientada al mercado interno, caracterizado por una demanda poco exigente; ii) problemas de información que, aunado a la carencia de capacidades de inteligencia comercial de las MYPE, implican el desaprovechamiento de oportunidades de negocio en beneficio de la empresa; iii) trabajo individualista, lo cual impide a la MYPE satisfacer demandas asociadas a grandes volúmenes de producción; iv) limitada presencia de los actores públicos y escaso diálogo público-privado; v) baja identidad de producto; vi) carencia de valor de marca, entre otros.