Presentan avances de la restauración del Teatro Municipal de Lima. Obras concluirán en enero del 2010

Los trabajos de restauración del Teatro Municipal de Lima van a buen tiempo, son muchas mujeres restauradoras las encargadas de limpiar los ornamentos de las partes más altas del teatro, cuyas obras se iniciaron el 8 de agosto del 2007. La responsable de las obras es la arquitecta Flor de María Valladolid, quien anunció que se usarán el pan de bronce para las partes doradas de la vasta ornamentación que hay en este coloso de la cultura en Lima.

En el informe de Panamericana Televisión se dio cobertura a los avances que se vienen desarrollando en el Teatro Municipal de Lima, obras que tienen previsto se concluyan a mediados de enero del 2010. Recordemos que a fines de diciembre del año pasado, el burgomaestre capitalino, Luís Castañeda Lossio, indicó que la rehabilitación de este teatro hará que se convierta en el mejor de Latinoamérica, debido a la calidad internacional de nuestros artesanos y el diseño artístico renacentista italiano que se viene empleando en los trabajos actualmente.

La Municipalidad de Lima Metropolitana tiene previsto terminar la restauración del Teatro Municipal el 18 de enero de 2010, a propósito del aniversario de la ciudad capital a manera de homenaje, ya han pasado casi diez años desde el incendio ocurrido en el teatro un 18 de agosto de 1998

Según fuente municipal el teatro tendrá mil 181 butacas, las cuales serán ‘apadrinadas’ por ciudadanos que deseen colaborar con la restauración de este patrimonio cultural de la ciudad. Además en cada butaca apadrinada se colocará una placa con el nombre de la persona que aportó a la restauración del teatro siendo un reconocimiento al apoyo de la cultura peruana.

El financiamiento se realiza con recursos propios, principalmente con los ingresos generados por los visitantes al Circuito Mágico del Agua del Parque de la Reserva.

Antecedentes:

Citamos un relato publicado en la versión digital de la revista Caretas:

LUCES, CAMARA Y ¡FUEGO!

La cronología de esta tesis, refrendada por al menos dos testigos presenciales que hablaron con CARETAS, es la siguiente: Luego de realizar el ensayo de iluminación escénica, Tuto salió del recinto para comer fuera; cuarenta minutos más tarde, regresó acompañado de dos amigas que ingresaron en calidad de «colaboradoras». El joven se puso al frente del control computarizado e improvisó un ostentoso despliegue de luces, colores y efectos, mientras una de las muchachas, cámara en mano, se encargaba de la grabación. Tuto volvió a encender los equipos, entre ellos el minibrut.
(Sobre el proscenio, en una barra paralela al corredor del telón de fondo, se habían instalado tres minibrut, que son paneles provistos de nueve focos halógenos de 650 wats. 5,850 wats por cada uno. Este tipo de luces están dirigidas hacia la sala y -según recomendaciones técnicas- deben encenderse por un período máximo de tres minutos, sólo en el caso de que el artista se mezcle con el público o bien en momentos de aplauso generalizado).
El hecho es que los problemas para Tuto y el Municipal habrían empezado al activar innecesariamente las luces por segunda vez y, además, por tiempo prolongado. Dada la cercanía con los focos, las viejas cortinas de terciopelo rojo empezaron a humear hasta encenderse. Y una de las chicas dio el grito de alarma: «¡Hagan algo!», «¡se quema!», «¡se quema!» El resto es historia, humo y cenizas.