Zona costera de San Miguel a punto de desaparecer debido a erosión del colector

A casi un mes desde que se rompió el colector que viene contaminando el litoral de San Miguel, con los desagües de 24 distritos de la capital, aún no se toman las medidas correctivas para el cierre definitivo de dicha cloaca. Todo parece indicar que como es costumbre, las autoridades se ponen diligentes sólo cuando ocurre una desgracia donde haya vidas segadas por la inoperancia. Pues bien, en esta nota podemos decir que la zona ya está en estado de emergencia y no sólo por el grave atentado a la ecología, sino porque además de ello se suma el deslizamiento de por lo menos 50 metros del acantilado debido a la erosión diaria de los enormes chorros de aguas residuales; o sea, no sólo los vecinos de la urbanización Miramar de San Miguel, tienen que soportar todo lo que conlleva la contaminación del lugar, si no que ahora se suma la inminente desaparición del suelo donde viven.

Como es de costumbre en nuestra cobertura informativa hace casi un mes informamos lo que apareció en los medios locales, sobre la rotura del mencionado colector y gracias al poder de convocatoria del alcalde de San Miguel Salvador Heresi, y junto al Ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Enrique Cornejo se constituyeron en la zona de emergencia para evaluar los daños y tomar medidas.

Sin embargo, a la fecha aún no se toman las correcciones definitivas o por lo menos paliativas debido a la falta de criterio y sentido común de algunas autoridades ediles y judiciales. Según la propuesta del ministro Cornejo, una solución paliativa e inmediata para clausurar el colector, sería la puesta en funcionamiento del Interceptor Norte ubicado en el Callao y que funcionaría en reemplazo del colector costanero de San Miguel. Pero esto sólo sería una media paliativa hasta que entre en funcionamiento en el 2010 el Proyecto “Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Tabeada” ubicado muy cerca al Aeropuerto Jorge Chávez en la provincia del Callao.

Dicho proyecto tiene como objetivo dar solución a la actual problemática sanitaria y ambiental debido al vertimiento de aguas residuales de Lima y Callao por el distrito de San Miguel y en plena zona urbana y sin tratamiento alguno.

Pero para que se pueda llegar a esto aún falta mucho tiempo según parece, y lo que se quiere, según manifiestan los vecinos del lugar y el ministro Cornejo, es que se den las condiciones para dar una solución momentánea, al menos, y no seguir perjudicando a la salud e integridad física de San Miguel.

Desde esta tribuna estaremos atentos a los avances que se vaya haciendo sobre este tema y se logré en un futuro no muy lejano, que esa zona de San Miguel se convierta en zona turística con playas limpias y vistas panorámicas donde se huela a progreso y no las pestilencias del colector costanero y de la actitud de algunas autoridades.

Algo más.

Predios cercanos al colector de San Miguel se devaluaron

En una información aparecida a inicios de este mes por la agencia de noticias Andina, se informó sobre la devaluación de los predios aledaños al colector en San Miguel, debido a la contaminación, los malos olores y la presencia de insectos y roedores tal como lo informara en aquella ocasión el alcalde de ese distrito, Salvador Heresi.

Asimismo se dijo que el sector más afectado por este problema ecológico se ubica entre las cuadras 21 y 24 de esa arteria, donde el metro cuadrado de terreno no supera los 66 nuevos soles, con tendencia a seguir depreciándose, cuando hace tres años registraba un precio arancelario de 72 soles.

En tanto, el costo de los terrenos asentados en las cuadras 25 y 26 de la misma avenida Costanera se redujeron de 90 a 84 nuevos soles por metro cuadrado, mientras que en las ocho primeras cuadras costaba 130 nuevos soles y hoy no supera los 117 soles.

Según el burgomaestre de San Miguel, el Colector Costanero no solo ha generado que los predios del distrito se devalúen, sino también ha ahuyentado en los últimos años la inversión privada en el distrito y ha motivado la emigración de los vecinos hacia otras zonas de Lima.