GPS ayudará a predecir movimientos sísmicos

Con el propósito de poder advertir un eventual sismo u erupciones volcánicas, equipos GPS (sistema de posicionamiento global por satélite) serán usados por expertos del Instituto Geofísico del Perú (IGP) y del Instituto Tecnológico de California para monitorear los desplazamientos de la corteza terrestre en la parte sur del Perú.

Para ello se ha instalado entre Ica y Tacna una red de diez estaciones geodésicas para poder hacer la medición del desplazamiento que continuamente sufre la Tierra ocasionado por el choque de las placas de Nasca y Sudamericana, que ocurre a una velocidad de 68 milímetros por año, según el director del área de Geodesia Espacial y Peligros Geofísicos del IGP, Edmundo Norabuena.

Una vez estudiado los desplazamientos medidos en cada una de las estaciones existe la posibilidad de documentar el llamado ciclo sísmico, es decir el período entre dos terremotos consecutivos en el mismo lugar, además de calcular el grado de acoplamiento entre las capas, con ello se podría tener una idea del tiempo que se aproximaría un fenómenos similar y su magnitud. “No sirve para predecir con fecha, hora y lugar el próximo sismo, sino para pronosticar con cierto rango de probabilidad cuándo podría haber uno; no de manera puntual, pero sí en un margen de tiempo corto”, indicó a la Agencia Andina.

Asimismo, el especialista explicó que “los terremotos son recurrentes en el tiempo, tienen un período de recurrencia no constante. Con esta técnica es posible medir cuantitativamente, milímetro a milímetro, cómo se va deformando la tierra antes de, cuánto se desplazó al instante de y cuánto después de uno”, agregó.

Además, recordó que los ciclos sísmicos duran decenas de años y el último registro que se tiene son los terremotos de Nasca en 1996, Arequipa en 2001 y Pisco en 2007 y en este último, se conoció a través de las mediciones GPS que ha habido desplazamientos de la península de Paracas de casi 1.6 metros en el momento del terremoto. “Es un trabajo de largo aliento, un ciclo sísmico puede durar entre 60 a más de 100 años, la idea es contar con muestras, ir recogiendo resultados, documentar el ciclo en cada región importante del país. Lo que trabajamos es una base de datos a futuro que produzca sólidos pronósticos y quizá predicciones”, indicó.

Otros lugares que también son monitoreados son lugares que no han sufrido terremoto desde las últimas décadas como el departamento de Lima y la región norte, entre Tumbes y Ancash.

Y la costa peruana también es monitoreada por una red de cuatro estaciones GPS de conexión satelital que servirá como un Sistema de Alerta Temprana de Tsunami. “Esto es complementario a la Red Sismológica Nacional”, finalizó.

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